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​»El Metaverso existe, pero no es lo que crees: Un viaje por las realidades virtuales que ya usamos»

​»El Metaverso existe, pero no es lo que crees: Un viaje por las realidades virtuales que ya usamos»

Cuando escuchamos la palabra «Metaverso», la mente suele viajar a mundos futuristas de realidad virtual, con avatares que socializan en espacios digitales y personas que usan gafas voluminosas. Esta imagen, impulsada por grandes campañas de marketing, ha creado la percepción de que el Metaverso es una tecnología lejana, algo que «llegará» en unos años. Sin embargo, esta visión es un malentendido. El Metaverso no es un concepto monolítico, ni un destino futuro; es una evolución gradual de la forma en que interactuamos con el mundo digital, y ya estamos viviendo en él de muchas maneras.
​El Metaverso, en su definición más simple, es la convergencia de la realidad física y la digital en un entorno persistente. En lugar de ser un solo mundo virtual, es una red de mundos interconectados, experiencias y comunidades que trascienden el simple uso de una pantalla. Si bien las gafas de realidad virtual son la manifestación más obvia, el Metaverso también se encuentra en lugares menos esperados.
​1. Los mundos de los videojuegos: Plataformas como Fortnite o Roblox son, en esencia, mini-metaversos.  Millones de usuarios no solo juegan en estos espacios, sino que asisten a conciertos virtuales, socializan en fiestas temáticas y compran activos digitales para personalizar sus avatares. Estos mundos son persistentes, lo que significa que continúan existiendo y evolucionando incluso cuando el usuario no está conectado. Este es un ejemplo perfecto de cómo el Metaverso ha estado con nosotros por años.
​2. La realidad aumentada (AR): La AR es la capa digital que se superpone a nuestro mundo físico. Piensa en el filtro de Instagram que te pone orejas de gato o la aplicación de IKEA que te permite visualizar un mueble en tu sala de estar antes de comprarlo. Estos son pequeños metaversos en sí mismos, ya que combinan lo real con lo digital de una manera interactiva. El popular juego Pokémon GO fue uno de los primeros ejemplos masivos que mostró a la gente cómo la AR podía crear una experiencia compartida en el mundo físico.
​3. Las reuniones virtuales y el trabajo remoto: Plataformas como Microsoft Teams o Google Meet se han convertido en espacios persistentes para el trabajo y la colaboración. Los equipos ya no solo se conectan a través de una llamada; utilizan avatares, pizarras virtuales y entornos compartidos que crean una sensación de presencia, aunque no estén en la misma habitación. Esto es un ejemplo de cómo el Metaverso está redefiniendo la forma en que interactuamos profesionalmente.
​En conclusión, el Metaverso no es algo que debamos esperar a que «llegue» por completo. Es una colección de tecnologías y experiencias que ya están entrelazadas en nuestra vida diaria. El verdadero futuro del Metaverso no será un solo mundo dominado por una sola compañía, sino una red de interconexiones y experiencias que nos permitirán pasar sin problemas del mundo físico al mundo digital. Abrazar esta realidad es entender que el viaje no ha comenzado, sino que ya estamos en él.

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